En los últimos 22 años el oeste de Estados Unidos ha sido azotado por una severa sequía, la peor en el planeta en 1,200 años, por la que científicos responsabilizan al cambio climático, y la que entre otros devastadores estragos ha sido causa de mortales y destructores incendios forestales, sobre todo en el oeste del país.
Park Williams, científico climático de la Universidad de California Los Ángeles (UCLA) señaló que la sequía comenzó en el año 2000, provocando el descenso en los suministros de agua, lo que impactó las cosechas de los agricultores y también afectó gravemente a los ganaderos.
Por si fuera poco, actualmente el nivel del Lago Mead, ubicado entre los estados de Nevada y Arizona, se ha desplomado a un nivel sin precedentes.
Ese lago es el embalse artificial más grande de Estados Unidos y fuente de agua para decenas de millones de habitantes, mientras que en California ya se impusieron límites de riego de jardines en residencias y negocios.
Williams y un grupo de científicos realizaron una investigación durante la que examinaron las sequías más importantes en el suroeste de Estados Unidos desde el año 800, y encontraron que la desecación de esa región en lo que va de este siglo rebasó la severidad de la sequía registrada a finales del siglo XVI, lo que significa un nuevo récord.
Lo peor, de acuerdo a lo determinado tras el estudio, es que tales condiciones secas persistirán para lo que resta de este 2022, y si se toma en cuenta lo ocurrido en el pasado, podrían mantenerse durante algunos años más.
El reporte también concluyó que esta megasequía no habría sido tan grave sin los efectos del calentamiento global. Los científicos calcularon que el 42 % de la severidad de la sequía es provocada por las temperaturas extremas que son superiores a las promedio, y que son causadas por la acumulación de los gases de efecto invernadero en la atmósfera.
“Los resultados son realmente preocupantes porque muestran que las condiciones de la sequía que enfrentamos son sustancialmente peores debido al cambio climático”, reconoció Williams, el autor principal del estudio de la UCLA que publicó el diario Los Angeles Times.
Y no solo eso, sino que “también hay un margen bastante amplio para que las condiciones de sequía empeoren”, agregó Williams, quien junto a varios de sus colegas compararon la megasequía actual con otras que se produjeron entre los años 800 y 1500 y que duraron entre 23 y 30 años.
La investigación de la UCLA que también fue publicada por la revista Nature Climate Change es una de varias que exponen que el oeste de Estados Unidos enfrentará grandes retos en lo que a la sequía se refiere, a medida que la quema de combustibles fósiles continúe elevando las temperaturas.