Migrante medioambiental: Una persona que se ve obligada a dejar su lugar de residencia debido a desastres ambientales extremos como huracanes, incendios, inundaciones o sequías ligados al cambio climático (huyendo de la inestabilidad impulsada por el cambio climático).
La producción agrícola sufre en el Corredor Seco de Centroamérica que incluye Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua. Las consecuencias varían de acuerdo con la zona geográfica.
Es difícil cuantificar la relación entre la sequía y la migración porque este fenómeno ambientalista suele tener un proceso gradual.
16,810 personas tuvieron que reubicarse en 2021 debido a desastres ambientales en Honduras, Nicaragua, El Salvador y Guatemala.
Se estima que para 2050 habrá 200 millones de migrantes ambientales en el mundo.
En 2020, más de 30 millones de personas quedaron desplazadas debido a catástrofes meteorológicas.
Sin políticas de mitigación climática más estrictas (que incluyen la reducción de la deforestación), las emisiones de GEI (gases de efecto invernadero: dióxido de carbono, metano, óxido nitroso, hidrofluorocarbonos, perfluorocarbonos y hexafluoruro de azufre) seguirán aumentando.
Es necesario que los países desarrollen fuentes de trabajo en los nuevos sectores de energías limpias que compensen las pérdidas de empleo en sectores intensivos en carbono.
EE.UU. siente los efectos de la migración medioambiental que impulsan a personas de Centroamérica a llegar abrumando a los agentes fronterizos. El Consejo de Seguridad Nacional dice que para 2050 casi el tres por ciento de las poblaciones de América Latina, Asia meridional, y África subsahariana se desplazaran de sus países -más de 143 millones de personas.
Los Programas Humanitarios de USCIS están destinados a ofrecer protección a personas en casos específicos. Entre ellos están el TPSy programas para la admisión de personas que buscan asilo o refugio.
Para recibir asilo en EE. UU. se tiene que demostrar un “temor creíble” de persecución o tortura.
Un refugiado en EE. UU. debe demostrar que se le ha perseguido por razones de raza, religión, nacionalidad, opinión política o por pertenecer a un cierto grupo social.
En EE. UU. no hay una figura legal que ofrezca amparo a migrantes climáticos. Es hora de reconocer que el cambio climático es razón suficiente para recibir estabilidad migratoria.
En 1999, el gobierno estadounidense designó el Estado de Protección Temporal (TPS) para los hondureños luego del daño que el huracán Mitch causó en Honduras a finales de octubre de 1998.